Páginas Bastardas

martes, 10 de julio de 2012

The Newsroom (1x03) The 112th Congress: Planta 44

Si “The Newsroom” nació, entre otras cuestiones, como una purga y redención del sufrimiento de una serie que mereció mejor suerte como “Studio 60 on the Sunset Strip”. Pese a las críticas desiguales en EEUU y recibimiento con los brazos abiertos por los medios y seriéfilos españoles (entiendo que sería extensible a toda Europa), la serie de Aaron Sorkin ha encontrado en la HBO el método perfecto de difusión para dibujar su calidad e intenciones. Su gran audiencia en sus dos primeros episodios para ser una serie de estreno ha provocado que antes de que llegue el tercer capítulo de su primera temporada, “The 112th Congress”, la serie haya sido renovada por una segunda. También se ha desvelado el fichaje de Terry Crews que será el guardaespaldas/chófer del protagonista al menos durante cinco episodios. ¿Una especie de lo que es Eddie Kessler para Nucky Thompson en “Boardwalk Empire”? Lo descubriremos en breve.

En “The 112th Congress” queda claro que Aaron Sorkin al buscar la verdad se ha topado con ella frente a frente y ha llegado a una única conclusión: el indivisible modo de hacerlo es con una crítica real y argumentable, camuflada de falsa crítica en una ficción dentro de un pasado, donde no pueda ser rebatible. Los hechos de lo acontecido otorgan una verdad al presente y  precisamente “The Newsroom” trata de eso. También de relaciones humanas, laborales y de parejas, de amor, celos, confesiones y roces en el desempeño de las funciones tanto del equipo como ejecutivas, de dotar de veracidad al discurso mediante la humanidad de sus protagonistas. Para la estructura del capítulo se dibuja un gran flashback de 6 meses que nos lleva como colofón a la noche del 112º Congreso de los Estados Unidos y a una reunión que se celebra en Planta 40 (aunque todo el episodio centrarán a la dirección de la cadena en la planta 44). En dicha reunión de dirección obviamente está Charlie Skinner que es citado por Leona Lansing (Jane Fonda), la directora general (y dueña) de la ACN. También descubrimos que Reese, ese tipo que parecía en el anterior capítulo que sólo daba datos, es el presidente e hijo. En dicha reunión se repasan los 6 últimos meses de ‘News Night’…


Todo comienza en mayo de 2012 cuando Will McAvoy abre con una editorial, disculpas por lo hecho en el pasado y la línea a seguir en el futuro. Es un gran discurso montado perfectamente en la moviola con alternancia de tiempos. El manifiesto deja claro todo ese giro que se iba a llevar a cabo en el programa. También vemos que en una reunión entre McAvoy y Skinner (con Mackenzie MacHale de fondo, nunca mejor dicho) la línea a seguir será ser la oposición del Tea Party, como claro movimiento político que realmente parece ser definido como un cáncer que acabará con el partido republicano. Durante todo el capítulo McAvoy desmontará sus argumentos, les dará patadas en sus falsas verdades, sacará sus fuentes de recaudación y colores, los políticos expulsados por ellos por no tildar a Obama de socialista y, sobre todo, les humillará y etiquetará como auténticos idiotas.


En líneas humanas el capítulo trata de establecer la evolución, también por montaje por la acumulación de flashbacks, dentro de esos seis meses. Obviamente las dos parejas en ciernes, aperturas, rupturas o desencuentros (o todas las anteriores juntas) son las que forman la tensión sexual originada por la relación que tuvieron McAvoy y Mackenzie y el triangulo que componen Maggie, Don y Jim. Sobre los dos primeros descubrimos que Mackenzie sigue sintiendo algo cuando cada noche después del programa aparece en la oficina una mujer despampanante esperando a Will… Mackenzie se quiere interesar por sus citas movida por los celos pero al final se da por vencida… Finalmente es Maggie la que en el último programa rompe la barrera y le revela a Will, en cierta medida y a riesgo de ser despedida, que está hiriendo los sentimientos de su ex al restregarle por la cara sus citas. Debería quedar con ellas en el restaurante y no delante de la que fue su novia y amor… Will al contestar y escuchar sus palabras se da cuenta que efectivamente no está considerando para nada los sentimientos de Mackenzie. Will entra en el control y descubre, cuando empieza a disculparse con Mackenzie, que esta tiene novio desde hace tres meses… y que además se persona delante de sus narices. ¿Donde las dan las toman?

Y respecto a Maggie, Don y Jim se repite la misma historia: Maggie y Don no paran de romper y volver. Jim, en un ataque de pánico de Maggie, la atiende en la azotea donde se refugia como a un soldado y le insta a volver con Don. Por su amigo Neal se entera de que han roto definitivamente. Eso lleva a Don a estar intratable y pagarlo con su presentador que le recuerda las opciones que tiene. Elige volver con Maggie y es, como marca la tradición de los amantes crucificados, cuando Jim se dirigía a consolarla en las escaleras de la oficina.


El problema es que el Tea Party es el gran ganador de 112º Congreso de los Estados Unidos y que ellos ahora estarán en el Senado con mucho poder. Los negocios de Leona dependen de ellos y no está dispuesta, más que esa pérdida de audiencia del 7 por ciento del programa, a que se haya tocado a Industrias Koch (David y Charles Koch) como máximo financiadores del Tea Party. Leona quiere un cambio sí o sí del informativo: volver a temas intrascendentes como la obesidad, huracanes, mujeres mayores teniendo bebés o iPhones… El problema es, como también nos señalaban en “30 Rock”, que la cadena es un 3 por ciento dentro de la compañía. El inconveniente es que esos accionistas de la sociedad también tienen negocios con los hermanos Koch (en la lista de Forbes están los 5 más ricos de EEUU y en el nº 45 de la gente más poderosa del planeta). Skinner plantea a Leona los propósitos del programa (un ejecutivo antes lo comparaba con “Rocky II” por el cambio de brazo y bando) y su carácter centrista, no de izquierdas como han señalado por sacar los colores al Tea Party. Se hacen comparaciones con la caza de brujas y con McCarthy… pero Leona hace honor a su nombre: si Will no levanta el pie le despedirá y tendrá que estar tres años sin poder hacer televisión por cláusulas contractuales… Y advierte que creará y fabricará un escándalo para generar un contexto para su despido… ¿Punto final? Lo veremos en “I'll Try to Fix You”.

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