Páginas Bastardas

miércoles, 15 de febrero de 2012

Tan fuerte, tan cerca: Tan falsa, tan sensiblera

“Tan fuerte, tan cerca”
(2011)
EEUU
Director: Stephen Daldry
Título original: “Extremely Loud and Incredibly Close”

Sinopsis (Página oficial):

Basada en la elogiada novela del mismo título, “Tan fuerte, tan cerca” cuenta la historia de la odisea de un chico joven que empieza con una pérdida desgarradora y termina con el poder curativo del auto-descubrimiento, con los trágicos sucesos del 11 de septiembre como telón de fondo.
Oskar Schell es un niño excepcional de once años: inventor aficionado, francófilo, y pacifista. Al encontrar una llave misteriosa, propiedad de su padre muerto en las Torres Gemelas el 11 de septiembre, emprende un viaje excepcional, una búsqueda urgente y secreta que le hace recorrer los barrios de Nueva York. Mientras Oskar deambula por la ciudad, encuentra un grupo variopinto de personas, todas supervivientes a su manera. Al final, la travesía de Oskar termina donde empezó, pero con el consuelo de la experiencia más humana: el amor.

Crítica Bastarda:

En el cartel de “Tan fuerte, tan cerca” se anuncia que «no es una historia sobre el 11 de septiembre, sino de cada uno de los días que le siguen» y yo me pregunto si Stephen Daldry o el propio guionista estrella Eric Roth, autor de libretos como “El curioso caso de Benjamin Button”, “Munich” o “Forrest Gump”, se han dado cuenta que han hecho todo lo contrario. Todo el sistema dramático de esta película funciona respecto al recuerdo sobre una víctima del 11-S de una manera excesivamente manipuladora, pretendidamente efectista, pornográficamente sentimental y extremadamente sensiblera. Tendría perfecta cabida y justificación si fuera un telefilme pero es inentendible que aparte de Daldry y Roth el proyecto tenga el respaldo y fachada de Tom Hanks, Sandra Bullock, Max Von Sydow, Viola Davis y aporte el descubrimiento de Thomas Horn.

Pandereta emocional
La idea de la historia propiciada por la novela de Jonathan Safran Foer, autor de “Todo está iluminado” que adaptó muy meritoriamente Liev Schreiber, es en teoría un material dramático emocionante y esplendoroso, que traza un recorrido desde la supervivencia de la Segunda Guerra Mundial hasta los atentados en Nueva York en 2001. Una mirada al 11-S netamente humana, desprendiendo la ira y el odio para provocar una guerra cuyas heridas todavía siguen latentes. Una historia global, sin mencionar prácticamente la palabra ‘terrorismo’ y derivados, sobre las personas que continúan viviendo y buscando un sentido para continuar. La búsqueda de un niño, tan inteligente como temeroso, de un mundo  nuevo a través de una llave. Ese temor a que todo se desplome y caiga y que tendrá que superar para encontrar el secreto que le podría conectar con su padre fallecido. La grandeza de la historia se convierte en apariencia y fachada. Todo es retratado desde el sentimentalismo barato, la continuada inclusión de flashbacks sobre la figura paterna y los mensajes que dejó en un contestador. Sería como si cada cinco minutos apareciera en pantalla Jude Law en “La invención de Hugo”. No hay apenas nada auténtico en ninguno de los diálogos de “Tan fuerte, tan cerca” y la relación entre un niño armado con una pandereta y un viejo mudo con libreta acaba en una simple pedorreta emocional.

Al menos, la película nos pide perdón ...
De momento, la única película meritoria sobre el 11-S me parece que es “United 93” de Paul Greengrass aunque la ficción norteamericana ha generado grandes historias colindantes desde numerosos prismas. Lo que está claro es que Daldry atrae la nominación al metal… Siempre le han nominado al Oscar con toda su filmografía ya sea como Mejor Película o Mejor Director… Pero que lo hagan con una cinta que se mueve al mismo nivel barriobajero y dramático que “World Trade Center” de Oliver Stone resulta triste y desesperanzador. “Tan fuerte, tan cerca” nos habla de niños que quieren que sus padres se sientan orgullosos y de hallar un hueco en el mundo para vivir la vida, dejando ir a los que han partido. Y todo lo anterior quedaba resumido en poderosas imágenes, como su final, dejando apartada la verborrea de un niño impertinente que no se calla ni debajo del agua y el sentimentalismo efectista y manipulador. Nunca algo tan pretendidamente cercano fue tan fuertemente repelido por mi corazón. 

2 comentarios:

  1. Me gusta el trabajo cinematográfico de Daldry, pero debo reconocer que ha tenido mejores cintas y con la películaTan fuerte tan cerca nos queda a deber, si bien está llena de sentimentalismo faltan más elementos.

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