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miércoles, 2 de noviembre de 2011

Boardwalk Empire (2x06) The Age of Reason: Limones y Confesiones

“The Age of Reason” es el sexto episodio de la segunda temporada de “Boardwalk Empire” y vuelve a demostrar que su jugada por la diversidad en los personajes y tramas hace que la serie de Terence Winter siga siendo una de las mejores apuestas televisivas. La HBO ha confirmado ya una tercera temporada y esperemos que los nuevos premios la afiancen en su posición elitista. Ahora mismo es todo un referente en esa duradera época de oro de las series de televisión y, poco a poco, va dando muestras de ser una serie que quiere hablar del nacimiento del crimen organizado estadounidense en un reflejo de esa ley seca en Atlantic City como punto de partida. Con el meridiano y el punto de mira de esta segunda temporada en este episodio los horizontes son posibles y contradictorios: el relevo generacional se va imponiendo frente al régimen político anterior.

El parto de Lucy Danziger y el encargo de limones al padre de su hijo, el agente Nelson Van Alden, parecen ser uno de los motores del episodio. El agente está afectado por las graves heridas que sufre su compañero, el agente Clarkson. Pero sus delirios en la cama por las quemaduras y la fe de Nelson parecen juzgarle una mala pasada y juicio divino. Nelson va a confesar ante su superior y ante su mujer aunque finalmente una enfermera salvadora le indica que Clarkson delira y dice a todo el mundo lo mismo. Cuando Nelson regresa al hogar Lucy ha tenido que dar a luz por sus propios medios pero también ha alertado a su mujer lo suficiente como para que se persone allí y descubra el pastel y los limones.


“The Age of Reason” se centra en la comunión del pequeño Teddy, el hijo de Margaret Schroeder… pero también sobre la confesión que hace al cura y a nosotros. Ya lo sabíamos pero nos confirma que tiene pensamientos impuros sobre Owen Sleater, que actualmente se ha fijado sexualmente en Katy, su criada. ¿Celos? ¿Pasión? ¿Se avecina tragedia?


Los zapatos de Charles Thorogood, el abogado y futuro fiscal que le ha dejado ‘prestado’ a Nucky el Fiscal General de EEUU, Harry M. Daugherty, son también protagonistas del episodio. Charles consigue la transferencia del caso de fraude electoral contra Enoch Thompson a nivel federal gracias a la Ley Mann. El problema de Nucky es que tiene tantos enemigos resentidos que harán lo posible para que caiga al infierno lo más fuerte posible. Uno de ellos es el Senador Harry Daugherty que intercede para que el fiscal del caso sea lo más complicado posible y que el niño diga adiós a Atlantic City y sus vicios carnales. El alcohol sigue siendo la clave y Nucky quiere hacer negocios con George Remus, por la intervención de Jess Smith. Intento telefónico fallido. De momento, el eje de negocios del tesorero de Atlantic City lo forman Arnold Rothstein y Waxey Gordon pero parece que su plan para llevar el alcohol ha sido descubierto por Jimmy.


Leander Cephas Whitlock recrimina la reacción violenta de Jimmy Darmody sobre Jackson Parkhurst en el anterior episodio y le insta a fijarse en la prudencia e inteligencia de su enemigo, Nucky Thompson. Jimmy empieza a conspirar correctamente y por casualidad descubre que un hombre de Manny Horvitz, Hernan, está trabajando con su enemigo Waxey Gordon. Aclarado todo con Manny y el cuello de Hernan el plan es detener ese alcohol aunque allí se encuentran los hombres de confianza de Rothstein: Lucky Luciano y Meyer Lansky. Es momento de replantearse alianzas y ver ese nuevo mercado emergente: la heroína. Parece que el tiempo de Rothstein y Thompson llega a su fin por el hincapié de las nuevas generaciones del crimen organizado. 

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