Páginas Bastardas

lunes, 3 de octubre de 2011

Con derecho a roce: ¡El espectador también merece el derecho a roce!


“Con derecho a roce”
2011
EEUU
Director: Will Gluck
Título original: “Friends with benefits”

Sinopsis (Página Oficial de Facebook):

Una joven cazadora de talentos de Nueva York (Mila Kunis) convence a un potencial nuevo empleado (Justin Timberlake) a que acepte un trabajo en la Gran Manzana. A pesar de la atracción que sienten el uno por el otro, ambos se dan cuenta de que representan todo aquello de lo que huyen en una relación y deciden dejar todos los sentimientos a un lado y mantener una relación estrictamente en el plano físico.

Crítica Bastarda:

El insinuante cartel de “Con derecho a roce” (traducción oportuna en tiempos de crisis de ‘Amigos con beneficios’) muestra a Justin Timberlake intentando introducir su dedo en el orificio que forma con su mano Mila Kunis. No sé si un sordomudo entenderá otra cosa como «Ves al podiatra tía, que tienes unos hongos así de gordos» pero aparentemente hay una ‘penetrante’ connotación sexual en ese erecto dedo y el palpitante orificio que dibuja con su mano una mujer que nos mira directa y sonrientemente al público. ¿Ejemplo de publicidad subliminal o engañosa? 

Amigos, roces y roce
Ellos son JASP (jóvenes aspiradoras suficientemente ‘putillas’) y no han asumido sus anteriores rupturas con sus parejas. Piensan que las relaciones emocionales están condenadas al fracaso. Mejor ser buenos amigos con barra libre de sexo con el lema: «Querer siempre causal sex en los casual days», aunque para ellos al parecer todos los días son ‘casual’. En la película hay beneficios orales, cambio de costa (y de costilla), familia rota y con orificios, enfermedades degenerativas y lecciones de miccionar empalmado con momentos saturantes y supurantes Oprah. ¡Y Timberlake canta hasta en la cama! Ellos son la pareja perfecta pero deciden ignorarlo y ser conscientes, al igual que la película, de esa vuelta al espíritu de los 70… aunque ya no tengamos actrices con una nariz con personalidad como la Streisand.

Rescate con roce
No sé si “Con derecho a roce” quiere tener roces con todos: su parte dramática, romántica, hablar de Obama, de los gays, de Hollywood Vs. Nueva York y pretende reírse de las comedias románticas para superarlas. Pero recae en sus anticlímax, clímax, clavada de rodillas y final para que se mojen bragas al otro lado de la pantalla. Con tanto rezumado y empapar tantos corazones (en vez de calzones) la película es finalmente más de lo mismo. No sé cómo a películas tan mojigatas y estrechas les ponen un título-traducción “Con derecho a roce”. Rozado queda el espectador aunque la cinta se puede ver. Después de ‘empaparme’ de ella (que no con ella) creo que simboliza más una clara violación al espectador. Sí, nos la han vuelto a meter… ¡y ya ni doblada!

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