Páginas Bastardas

jueves, 1 de diciembre de 2011

Drive: El escorpión

Drive
2011
EEUU 
Director: Nicolas Winding Refn


Sinopsis:

Ryan Gosling interpreta a un conductor de ‘alquiler’ en Los Angeles que es especialista de cine en secuencias  peligrosas de conducción durante el día y conductor de atracos a mano armada durante la noche. Aunque es solitario por naturaleza, el conductor no puede evitar enamorarse de su hermosa vecina Irene (Carey Mulligan), una madre joven y vulnerable, arrastrada junto a su hijo a un submundo peligroso por el regreso de su marido ex-convicto Standard (Oscar Isaac).

Crítica Bastarda:

No sé si serán sus perfectos encuadres, sus planos aéreos de esa ciudad que resplandece en la penumbra de la noche, su hipnótica banda sonora, las explosiones de violencia arrancadas desde la pausa y la sensibilidad o sus encadenados que unen la obra como si fuera carburante a punto de quemarse en pantalla… pero Nicolas Winding Refn ha construido un vehículo cuya única calificación debe ser de cinta de culto a través de esa carretera llamada tiempo.

El Escorpión de prepara
Debajo de la rueda y apasionando el asfalto yacen sus referencias. De “Vivir y morir en Los Angeles” a “Driver”, de “Impacto” a “Bullitt”… del cine negro a su perfecta estética de estilo que derrapa entre la Serie B y el cine indie. El propio director mira el retrovisor y habla de un homenaje a Alejandro Jodorowsky e inspiración en “Scorpio Rising” de Kenneth Anger. Es cierto, “Drive” habla sobre un escorpión, que por naturaleza es solitario, en el cuerpo de un personaje sin nombre que podría haber parido el cine de Leone. Pero también nos habla de mortíferos aguijones frente a balas y armas de fuego, nos quema con manos peligrosas y dinero sucio, nos conduce a la naturaleza de las cosas, de esperar el momento, de cómo construir la secuencia desde la hipnosis para cazarnos, para pisar el acelerador, dar un volantazo y asestarnos un golpe letal como espectador y presa.

El Amor y la Bestia
Nicolas Winding Refn se sitúa en terrenos explorados por pocos, en el camino que atraviesa inalcanzables carreteras secundarias, pasto del desierto y territorio vedado y prohibido, como las de Lynch y Tarantino.
No hay lugar equivocado para el escorpión sino para el que se enfrenta a su aguijón aunque tiene una debilidad compartida con la mayoría de las bestias… la necesidad del amor. Y en “Drive” el amor se equipara a esa sensación del espectador de encontrarse en una carretera cubierta de niebla junto a un profundo acantilado. No pares. Pisa el acelerador y déjate llevar.

Aguijón letal

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