Páginas Bastardas

domingo, 4 de septiembre de 2011

La Piel que habito: Irreversible

La Piel que habito
Director: Pedro Almodóvar
España
2011

Sinopsis (Oficial):

Desde que su mujer sufriera quemaduras en todo el cuerpo en un accidente de coche, el Doctor Robert Ledgard, eminente cirujano plástico, se interesa por la creación de una nueva piel con la que hubiera podido salvarla. Doce años después consigue cultivarla en su propio laboratorio, una piel sensible a las caricias, pero una auténtica coraza contra todas las agresiones, tanto externas como internas, de las que es víctima nuestro mayor órgano. Para lograrlo ha utilizado las posibilidades que proporciona la terapia celular. Además de años de estudio y experimentación, Robert necesitaba una cobaya humana, un cómplice y ningún escrúpulo. Los escrúpulos nunca fueron un problema, no formaban parte de su carácter. Marilia, la mujer que se ocupó de él desde el día que nació, es su cómplice más fiel, nunca le fallará. Y respecto a la cobaya humana… Al cabo del año desaparecen de sus casas decenas de jóvenes de ambos sexos, en muchos casos por voluntad propia. Uno de estos jóvenes acaba compartiendo con Robert y Marilia la espléndida mansión, El Cigarral. Y lo hace contra su voluntad…

Crítica Bastarda:

La última película de Almodóvar permite al espectador cambiar y mutar su propia piel a convicción, distinción y predisposición. La epidermis en la que se mueve es tan fina y sensible que puede producir sopor, dolor, indiferencia o absoluto placer a discreción.

No hay que engañarse tampoco: no es una nueva piel del cineasta ya que vuelve a vestirse sobre membranas que habitaban en sus cintas anteriores. No faltan sus continuados deslices, sus desvaríos y mezcolanza en cuanto al género, referencias y los detalles y recursos del guión que pondrán la piel de gallina a sus detractores e incluso a bastantes de sus seguidores. Pero por encima de todo habita el melodrama aldomovariano tradicional que empapa de sangre vital todas las pieles que la componen.

El Rostro Ajeno

Si en “Los abrazos rotos” el mosaico quedaba dibujado en esas fotografías partidas, desgarradas y destrozadas en cuerpo y alma, invitando a componer el puzle que formaban, aquí los retales de tela succionados por un aspirador nos dan respuestas aunque no conozcamos realmente las preguntas. Porque “La piel que habito” forma una película con un primer acto oculto y velado en el interior de unos torturados personajes. Unas breves imágenes residuales en un televisor dan completa forma a la historia: un guepardo devorando a una pequeña gacela ante la impotencia de los vencidos y el yoga como salvación interior mediante la calma y paciencia ante la destrucción exterior.

El Jardín: del paraíso a la locura

Sus saltos temporales tan marcados como cortes de bisturí y su historia sin retorno, irreversible como la piel y con un inclasificable cruce de venganzas kafkianas, hacen de la “La piel que habito” una película sobre el cuerpo y el alma en su distinción sobre el individuo. Desde la nueva carne Cronenberg, pasando por “El rostro ajeno” de Teshigahara, a los “Ojos sin rostro” sin Franju, desde Buñuel pasando por el giallo… el filme de Almodóvar hará que algunos no paren de buscar entre sus latentes cicatrices, que atan cada una de las pieles con las que se disfraza, y otros nos perderemos en las distancia para disfrutar del cuerpo que compone la película. Una película que realmente empieza a sentirse en la propia piel cuando acaba “La piel que habito”.

Relación Irreversible

2 comentarios:

  1. Hola Sympathyforthedevil!

    ¡No se muera antes de verla!

    Saludos bastardos y gracias por el comentario,

    ResponderEliminar

Lea antes los Mandamientos de este blog.